En los últimos decenios del
siglo anterior y en las primeras décadas del actual, el esfuerzo organizacional
era un poco costoso, y el capital de cualquier empresa se valorizaba al número
de chimeneas, maquinarias, equipos y un flujo de caja sano. Esta realidad ha
cambiado drásticamente. De acuerdo a los futurólogos, en la próxima centuria la
relación laboral será muy costosa. Se necesitará de mucho tiempo para crear
componentes claves de mercadotecnia, de infraestructura y sobre todo de capital
intelectual. La gran mayoría de las empresas de servicio, no requerirán de
muchos activos materiales para sobrevivir. El éxito de las corporaciones del
próximo milenio estará condicionado al uso eficiente de los ordenadores, las
comunicaciones y los conocimientos.
La otra tendencia que se
está comenzando a desarrollar es que como consecuencia de los procesos de
globalización el mercado planetario se está homogeneizando. Hasta el momento no
existe, ni siquiera la corporación industrial más exitosa del presente, que sea
capaz por sí sola; estimular esta transformación, sino que este cambio en el
mercado es consecuencia de la profusión del uso de las comunicaciones, de la
tecnología informática y de los medios de comunicación. El mercado bajo estas
condiciones ofrece grandes posibilidades de acceso para las organizaciones de
rápido crecimiento. En el pasado reciente un producto tenía un nicho reservado
en el mercado de su comunidad, pero con todos los adelantos tecnológicos dicho
producto puede ser conocido en todo el planeta.
En los últimos lustros los
activos inmateriales no eran tomados en cuenta en las organizaciones; es decir,
el capital intelectual no tenía la relevancia de hoy día. La importancia de
este componente estratégico organizacional y su dependencia creciente en el
mundo empresarial es vital. Las organizaciones que están sobreviviendo hoy día
y las que se están formando con visión hacia la transición del futuro, basan su
planificación estratégica en activos inmateriales. Sus productos son
intangibles y se pueden distribuir electrónicamente en el "espacio de
mercados" vía internet.
A la luz de la rapidez y
magnitud de los cambios que impacten contundentemente en las organizaciones, es
muy dificultoso y riesgoso identificar la "piedra angular" de
cualquier empresa y, acerca del futuro ni que predecir. La verdad de las
empresas exitosas con visión de futuro, su éxito o fracaso dependerá
directamente del uso intensivo y eficiente de la comunicación y de los
conocimientos técnicos, y cuyos productos, bienes y/o servicios sean
comercializados digitalmente. Son empresas del tercer milenio. Desde los planes
estratégicos de mercadeo y la tecnología de información hasta las alianzas
globales y estratégicas, así como el arte de la previsión se ha convertido cada
día más complejo e incierto que en el pasado. De acuerdo con A. F. Smith (1996)
refiriéndose a esta realidad desarrolla el siguiente criterio: " ..Por
cierto que dimensiones tales como la tecnología, la estrategia, las alianzas
globales y la innovación son componentes cruciales que afectarán la ventaja
competitiva en el futuro. Sin embargo, cada una de estas áreas aún depende del
talento humano, que es su fuerza motriz.." Por tal motivo existe un
convencimiento a nivel de expertos en arquitectura de las organizaciones que la
futura ventaja económica y estratégica será para aquellas empresas más capaces
de emplear, perfeccionar y mantener a un equipo inter y multidisciplinario
estructurado por los mejores y más lúcidos talentos humanos que se puedan
conseguir en el mercado globalizado.
El mundo ha vuelto a cambiar
y se deben establecer nuevos procesos y estilos de liderazgo en las
organizaciones, los cuales se adapten exitosamente a dichos cambios. Los
procesos de emplear, perfeccionar y mantener, se convierten en componentes
organizacionales medulares, y las corporaciones que los implementen con éxito,
mediante un clima que aliente el desarrollo humano continuo, atraerán y
retendrán el mejor capital humano. Para el proceso de atraer y emplear a los
mejores la empresa debe comprender la predisposición psicológica de los que
ingresan al mercado laboral. Dicho sea de paso esto no es una tarea sencilla,
es muy difícil y compleja, al cual los empresarios venezolanos no le han dado
la verdadera importancia. Es evidente que los talentos mejores y más lúcidos
conformarán un grupo de personas esclarecidas, las cuales reclamarán constante
a sus empresas que se implanten procesos de capacitación y desarrollo
sistemáticos y continuos, incluyendo cuatro elementos clave: incorporación y
socialización, trabajo en equipo, comentario y entrenamiento en su tiempo real
y seguimiento con responsabilidad. Cada empresa posee su cultura propia, sus
reglas tácitas del individuo para prosperar, e incluso sobrevivir, en los
nuevos escenarios organizacionales. P. Senge (1992) ha sido muy persuasivo al
describir a la organización del futuro como una organización donde se aprende.
En realidad, muchos especialistas en desarrollo organizacional del futuro
(DOF), sostienen que si la persona ha de aprender a la velocidad como se
producen los cambios en las empresas, los comentarios y el entrenamiento que
reciben deben ser: reflexivos, útiles y , sobre todo, en tiempo real.
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