jueves, 10 de mayo de 2018

Tipos de Capital Intelectual y su Influencia en el Comportamiento


Muchos expertos en capital intelectual han venido asociando el éxito de la administración organizacional a sus siguientes tres tipos: a) Capital de Inteligencia Operacional: el cual está relacionado a la arquitectura y al uso elevado del sentido pragmático tendente a la estructuración de un liderazgo eficaz y de equipos autónomos de alto rendimiento, que coadyuvan a la gestión gerencial tanto privada como pública, a la productividad en el entorno laboral, a la lucidez en las transacciones económicas/políticas, en fin, a saber establecer un estilo de actuación de "ganar/ganar"; b) Capital de Inteligencia Racional: que es el establecimiento de un modelo de comunicación, verbal, escrita y corporal, por medio de la instauración de representaciones clasificatorias de la información, tendente a estimular una actitud científica para los trabajadores y por supuesto de la organización que quiere aprender y c) Capital de Inteligencia Emocional: interpretándose como tal la edificación de la sensibilidad, unas relaciones humanas venturosas, el humor como herramienta de interacción, el control emocional, la estética, la espiritualidad, la visión sistémica y holística, una visión de futuro creíble y, la creatividad para encontrar vías estratégicas para el éxito en las tres aristas del éxito personal: "saber-tener-ser".

Estos tres tipos de capital intelectual, han venido edificándose desde la niñez bajo la influencia dominante de la madre o quien haga las veces de su remplazo físico, orientando la conducta social hacia tres tipos de actores en los siguientes escenarios sociales: a) el oficial: establecido por la supremacía de la inteligencia operacional, en otras palabras es el que administra o gobierna todos los subsistemas en conjunto de las organizaciones. Explicado de otra forma es el dueño de la situación, del "aquí y del ahora".

Debido a que predomina la inteligencia operacional, se decide fundamentalmente con el cerebro central; b) el antioficial: en este tipo la influencia dominante es la inteligencia racional, en consecuencia, refuta, hace oposición, "invade" al grupo oficial (manifestando una posición de estar muy perspicaz, con mucha actividad, renovado, le gusta la competencia y sobre todo es muy crítico); está influenciado por el cerebro izquierdo; y c) el oscilante: establecido por la influencia de la inteligencia emocional; es el imparcial, el dependiente, con muy poca autonomía en su actuación, pero sirve de mesura y de sustento de sobrevivencia entre los dos grupos anteriores; tiene un alto grado de contribución con cualquiera de los grupos dependiendo de las circunstancias. Es el cooperador ideal. Su alineamiento está condicionado por el cerebro derecho.

Las personas o grupos en donde predomina el cerebro central ("práctico-operacional") manifiestan una gran tendencia hacia el estilo oficial y sobre todo muy conservadoras, en los negocios, en la política, en la competencia de mercado y del poder. Reafirmando su inclinación hacia directores ejecutivos y a enriquecerse. Mientras los que tienen influencia del cerebro izquierdo (cuyo proceso es "lógico-crítico") tienen una preferencia marcada hacia la existencia antioficial, innovadora, audaz, competidora, que solamente se torna crítica en situaciones de gran disfuncionalidad entre los tres tipos de capitales.

Pero si alcanzan posiciones dentro del grupo oficial, se convierten en directores ejecutivos enriquecidos; pero de no suceder esto -y de mantenerse en el lado contrario- se transforman en líderes de la oposición y sobre todo poco acaudalados. Por otro lado, en aquellos que actúan con una posición pendular, de aguardo, queriendo más la cooperación que la competencia, impera el proceso "intuitivo-místico" producido por el cerebro derecho. Indiscutiblemente en cualquier tipo de organización se convierten en personas o grupos eficientes y se vuelven necesarios, pero jamás llegan a ocupar cargos de liderazgo y, mucho menos de riqueza (que son los beneficios muy marcados de los grupos oficiales y antioficiales).

Estas tres estructuras cerebrales se encuentran en permanente interacción en las familias, los grupos, las empresas y por supuesto en las naciones, combatiendo siempre por fuentes de recursos, de producción y acumulación de medios materiales que le garanticen al máximo la sobrevivencia, manteniendo la red y su proceso de tensión en los mercados por medio de los elementos satisfactores, produciendo corrientemente conflicto, explosión o transformación. Este estado de tensión es producido normalmente en las organizaciones en donde además de predominar el grupo oficial, existen clanes familiares y creen que este estilo de actuación de un proceso usuprestante, es el camino innovador más recomendable.

Como consecuencia de esta forma de gestionar las "innovaciones y procesos creativos" se quedan cortos en relación de satisfacer las expectativas razonables del mercado y se produce en las organizaciones una carrera precoz hacia el "envejecimiento organizacional" y -por ende- la desaparición de las mismas, por no existir grupos antioficiales que garantizan la alternabilidad de poder, que siempre ha sido una gran riqueza estratégica de desarrollo.

El comportamiento de cada una de las personas o grupos con predominio de alguno(s) de los tipos de capital anteriormente descrito(s), puede ser "positivo/proporcional" o "negativo/desproporcional", lo que influye grandemente en dichos grupos en sus características, en la fijación de metas, tipo de comunicación (teórica y factual) que son utilizadas normalmente en las relaciones tríadicas.

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